EL CASTILLO DE CAGLIOSTRO
(Hayao Miyazaki, Japón, 1979)
El castillo de Cagliostro fue la primera película de Hayao Miyazaki y que le ayudaría a impulsar su carrera como uno de los grandes maestros del animé.
Lupin III, más conocido como el nieto del afamado ladrón francés Arsenio Lupin (personaje creado por Maurice Leblanc), es un simpático y mujeriego hombre que lidera una banda criminal.
Se hace acompañar por su gran camarada y mejor amigo, Daisuke Jigen, que bien parece encarnar el rol del gangster occidental, con una puntería del 100% de efectividad; y por un taciturno samurái llamado Goemon (que al igual que Lupin, es descendiente directo de un bandido) que cuenta con una espada que corta todo.
Si a ello le sumamos a Fujiko Mine, este grupo de ladrones se hace fulminante: se trata de una verdadera femme fatale, que le quita el sueño a Lupin por su belleza, encanto, y claro… lo sabe aprovechar muy bien.
El inspector Zenigata de la Interpol, viene a completar este quinteto pero desde la otra vereda: dedica su vida a perseguir a Lupin III, y que entra a darle un toque aún más conmovedor y cómico a al mundo ficticio creado por el dibujante de manga Monkey Punch.
La película
Todo comienza con la persecución de una joven princesa por parte de unos misteriosos hombres. Para su desgracia, se encuentran a su paso con Lupin, quien, tras una increíble persecución logra salvarle la vida, aunque eso significara casi perder la suya.
La historia girará en torno a esta enigmática princesa, a un conde malvado que falsifica dinero, a una banda de ladrones, a un tesoro misterioso y de inconmensurable valor, a dos anillos, a un pasado que Lupin recuerda pero no comparte.
Es una película llena de ingenio y audacia. Entretenida y con personajes del todo interesantes.
La historia animada de Lupin III y sus amigos, seguiría en una serie de TV que en un inicio dirigió Miyazaki y que luego la tomarían otros directores.