AACHI & SSIPAK
(Joe Bum-jin, Corea del sur, 2006)
Aachi & Ssipak resulta encantadora, no solo por lo cómicamente vulgar de su trama, también por la cantidad de guiños a esas películas distópicas cyberpunk que tanto funcionan. Hay innegables similitudes estéticas con Mad Max y Akira; ese sabor inquietante de Soylent Green; ese ambiente desolador propio de las películas distópicas… Estamos frente a un peliculón. ¡Y de eso no hay dudas!
Aachi & Ssipak son dos amigos buenos para nada que pasan sus días andando en moto y metiéndose en problemas. Todo normal dentro de lo anormal, hasta que en su camino se cruza una bella joven que está siendo buscada por poseer un don excepcional en su culo. ¿Qué tal? Y como el mercado es escaso, no faltará la banda que busque a como de lugar este preciado manjar. Se trata de una multitud de mutantes producto del excesivo consumo de éste, quienes poco o nada les importa morir a causa de conseguir un bocado.
Se les conocen como la banda pañal y son liderados por un fornido mutante azul. La sociedad distópica en Aachi & Ssipak se caracteriza por girar en torno a la mierda. O dicho de otro modo: subsiste gracias a ella. Porque la mierda es la gasolina de esta historia, bajo una alegoría brillante -aunque soez- de cómo los gobiernos controlan, manipulan e idiotizan a sus ciudadanos.
El pacto social es el siguiente: el Estado necesita mierda humana para poder abastecerse energéticamente gracias a una nueva tecnología. A cambio, por cada cagada, se les reparte una deliciosa barra jugosa. Algo así como un helado celeste que es más preciado y adictivo que cualquier estupefaciente.
Una historia que se deja digerir, que causa gracia, provoca risas, con un guión buenísimo, así como además con una banda sonora de primera categoría; Aachi & Ssipak se luce.
Y sobre la animación misma, unas palabras: si bien no estamos al nivel de las superproducciones japonesas o gringas… el trazado simple y de movimientos vertiginosos, hace de la animación misma un fino sello de distinción. Nada muy vanidoso. Dibujos al alcance de todas las manos. En la sencillez está lo genial, y sin duda que Aachi & Ssipak es un gran ejemplo de ello.