THREE
(Johnnie To, Hong Kong, 2013)
La premisa del film es la siguiente: salvar al delincuente puede matar al policía. Entonces, ¿se le debe salvar?
El gran Johnnie To regresa con su nueva película Three (Saam Yan Hang), un trhiller médico-policíaco si se le pudiese catalogar de algún modo…
Este extraño híbrido de Johnnie To gira en torno a la ética. Médica vs. policial. El juramento hipocrático vs. incriminar a un delincuente para salvarle el pellejo a un colega policía.
La historia transcurre en un hospital. Más precisamente en la sala de cuidados intensivos de pacientes que fueron intervenidos por una neurocirujana que no le va del todo bien. Tenemos a un viejo demente que quiere escapar, a un hombre que quedó con secuelas y quiere morirse, y al que nos atañe: el delincuente arrogante que llegó a urgencias con una bala incrustada en su cabeza.
Si desglosamos Three podemos decir que es otra de las tantas películas que siguen la receta: personajes estereotipados una y mil veces en cientos de películas. Hablamos del psicópata brillante que cita a filósofos griegos, da cátedra de inteligencia, despreocupado, que juega a ganador. Por otro, al policía manchado por la culpa, la frustración y el miedo; un hombre de ley quebrantado y obsesionado con su rol. También al médico obstinado por salvar vidas, que interpone su vocación por sobre todo. En fin… podríamos seguir y seguir.
Three no es una gran película. Cae en la mediocridad y sinsentidos. Una historia con mucho potencial pero que, sin embargo, invita al sopor. Y si bien cuenta con un final que nos saca del letargo, es más de lo mismo. Repite el genial recurso convulsionante que usó en Fulltime Killer. Por lo demás abusa de la cámara lenta.
Me quedo en que se trata de un trhiller malo que busca de una manera más que evidente tomar elementos de películas de súper héroes gringas que fueron éxitos de taquilla (Batman: el caballero de la noche, y en X-men: días del futuro pasado).
Johnnie To defrauda. De lo peorcito que ha hecho.