THE YELLOW SEA
(Na Hong-jin, Corea del sur, 2010)
The yellow sea aborda de manera magistral las penurias de la migración desde un punto de vista trágico: sin héroes ni valientes. Solo con un desesperado clandestino.
The yellow sea viene siendo otra joya que nos regala el cine coreano. Si ya habíamos revisado I saw the devil y Oldboy, esta película sigue la misma línea: frenética, sanguinaria, con pulso.
A diferencia de ellas, el leitmotiv no es la venganza; The yellow sea se construye en función a las penurias de un infeliz ludópata que lo ha perdido todo. Sin tener cómo pagar las deudas -e impulsado por encontrar a su esposa desaparecida- termina por aceptar una propuesta indecente: viajar a Corea del Sur para asesinar a un importante hombre de negocios, y de esta manera poder rehacer su vida.
Esta suerte de «perro rabioso» deberá enfrentarse a sus convicciones más profundas para poder así llevar a cabo el crimen, sin siquiera sospechar que Seúl lo recibirá con una sorpresa estremecedora.
El trabajo parece sencillo. Un disparo y cortarle el dedo pulgar como prueba de haberse consumado el encargo. Pero en el mundo del hampa nada es fácil…
¿Será capaz de cometer el encargo?, ¿conseguirá saldar sus deudas?, ¿encontrará a su mujer? Son algunas de las interrogantes que impulsan este verdadero thriller negro coreano que te dejará sin aliento y necesitando urgente una transfusión de sangre.