
UN HOMBRE SIN SUERTE QUE ESTABA BORRACHO
La historia de Monday es tan simple como delirante: Takagi, un hombre bastante tarado, despierta en un hotel confundido y sin acordarse de nada. ¿Qué hace allí? No lo sabe… Es lunes y poco a poco va recordando el turbulento fin de semana que, producto de una borrachera, se vio involucrado con la yakuza, bellas mujeres, un crimen; piezas de un rompecabezas que poco a poco irá resolviendo.
Monday está cargada de un humor negro irritante, surrealista, muy inteligente y fino -quizás peca en serlo demasiado- ya que ese fuerte sabor «fino», que recuerda al humor británico, puede resultar para el espectador una mezcla no del todo homogénea. Y sin embargo es allí radica su principal acierto: darle a una película «bizarra a la japonesa», humor digno de los cómicos Monty Python. El resultado es genial. Una osada apuesta de su director Sabu que logra pese a ciertos bemoles, una airosa visualización.
Los personajes son interesantes. El desenvolvimiento, atractivo. ¡Y todos los elogios para la dirección de fotografía! Planos alucinantes, pulcros, envolventes y bien logrados que consiguen darle belleza narrativa y marcar el ritmo para no causar fatiga.
La banda sonora es otro gran acierto ya que viene a ser el gran impulso, enciende los ánimos y nos saca del letargo luego de un lento comienzo en donde nada parecía suceder. La música es buenísima y muy justificada. Reina el silencio cuando tiene que reinar. Resuena la música cuando así lo requiere los acontecimientos. Sin excesos.