SIXTY MILLION DOLLAR MAN
(Wai Man Yip, Hong-Kong, 1995)

Sixty Million Dollar Man es posiblemente la película más impredecible que me ha tocado ver. En cada escena, una sorpresa. En cada sorpresa, algo que te desconcierta. En cada desconcierto, un giro argumental. Y en cada giro, ¡risas!

Porque Sixty Million Dollar Man es, ante todo, una película de humor; humor absurdo si se le quiere etiquetar de alguna manera. Pero es precisamente en ese toque absurdo o incluso infantil, tonto e ingenuo, es donde radica su sello distintivo y que provoca carcajadas. Sea mediante diálogos muy estúpidos, efectos especiales dignos de ser indignos o a verdaderos «guiños» a películas taquilleras gringas de la época.

Sixty Million Dollar Man aprueba con distinción en lo que respecta a entretener. Estamos frente a una película creativa, original y que pareciera ser antojadiza, pero que sin embargo no lo es. La evolución de los personajes es de menos a más. Podría decirse que minuto que pasa, minuto que se disfruta con una serie de escenas que más bien parecen gags.

Cabe preguntarse quién mierda permitió que se rodara toda esta esquizofrenia visual. Pues bien, veamos… Sixty Million Dollar Man es una película hong kongkonesa de a mediados de los 90´ cuando aún la isla pertenecía a la Corona Británica. Revisando tanto el equipo de producción como del elenco, resalta el nombre que dilucida el misterio: Stephen Chow.

Stephen Chow es un actor y director hongkonés famoso por sus comedias e interpretaciones dentro del género, en donde estaca por su toque tonto y espontáneo. Ejemplos de su legado son Shaolin soccer (2001),una memorable y amena comedia, y Kong Fu Sion (2004), que a diferencia de la primera resulta ser bastante mala.

¡Los increíbles ( e hilarantes) efectos especiales de Sixty Million Dollar Man!

¡Alerta de plagio!

Otro recurso que se emplea con maestría en Sixty Million Dollar Man para conseguir risas fáciles son las referencias abordadas de una manera más que burlesca al cine de Hollywood.

A continuación cuatro ejemplos muy ilustrativos:

La trama

Y en cuanto a la trama… puede ser algo complicada de abordar sin caer en spoilers pero podemos darnos un pequeño espacio para comentarla.

Veamos, Sixty Million Dollar Man trata de, efectivamente, un millonario. De un joven estudiante millonario para ser más precisos que es todo un cabrón: molesta a sus compañeros con bromas pesadas, humilla a quien tenga en frente, vive siendo displicente, mal educado, hasta que un día… bueno, un día tras una serie de tribulaciones, termina por explotarle una bomba. ¿El resultado? Riesgo vital.

Bajo este escenario, y solo contando con parte del labio y cerebro del joven destruido por la explosión para poder intervenir, es que un científico (igualito a, adivinen… Albert Einstein) logra de manera casi milagrosa reconstruirlo por completo con extremidades recicladas, prótesis, nuevas habilidades ¿y por qué no?, ¡superpoderes! De aquí en adelante la película toma otro aire, sin menospreciar el primer aliento, dando paso a más esquizofrenia de la que nos tenía ya bien alimentados durante la primera parte de la historia.

¿Podrá sobrellevar su destino?, ¿conseguirá el amor?, ¿podrá redimirse de su pasado?.

Sixty Million Dollar Man es todo un mundo de sorpresas: todo puede pasar, y por lo general… pasa.

Recomendada.