STRANGE CIRCUS
Sion Sono, Japón, 2005)
Como es la tónica dentro del cine de Sion Sono, conjugan ciertas temáticas recurrentes como la sumisión, perversión, deseo. Acoso y abuso sexual. Trastornos psicológicos. Intentos de suicidio, asesinato. Celos… Fuertes ingredientes para hacer de Strange circus una bomba de erotismo negro, sucio e incluso, repugnante.
Nuevamente revisamos una película del excéntrico Sion Sono. Esta vez de la mano de una historia sórdida y de perversión desarrollada de manera ágil entre un mundo onírico y otro real. Sono nos desafía a recorrerla sin naufragar en el intento. ¿Dónde termina el sueño, la fantasía; y comienza lo real?
La trama es la siguiente: La pequeña Mitsuko vive con sus padres. Cierto día los ve teniendo sexo. Dando paso así a una historia incestuosa, de abuso y violación; con la respectiva perdida de identidad de la niña que se resumen en el siguiente parlamento: «Papá me tocó y me convertí en mi madre», cayendo así en una profunda disociación psicológica traumática que la hará pensar -y por sobre todo sentir- en adelante de ser su mamá. Un cambio de rol hija-madre/madre-hija que podría ser irreversible.
Tras la muerte de esta, el relato se dispara y la proyección de la niña en su progenitora da paso a que se vuelva retorcido y sucio, de manera frenética hacia una vorágine de las más intensas pasiones cargadas de sentimientos perversos y ocultos. En cierto punto del metraje, sucede un giro inesperado: aparece una engimática y excéntrica escritora de novelas de ficción llamada Taeko, quien se desplaza en silla de ruedas y tiene una extraña obsesión por un estuche de chelo negro.
Cuenta además con un asistente de nombre Yuji, (bastante extraño y de apariencia andrógena) quien al ver que la novela y la vida de su jefa Taeko son sospechosamente similares, decidirá emprender una investigación para dilucidar el misterio: ¿La novela de Taeko será ficción o autobiográfica?
¿Conseguirá Yuji separar las tinieblas de la luz?
Strange circus propone indagar entre lo que escribe y lo que vive una mujer. En ambas podría haber cierta cuota de verdad; y de ser así… yuxtaponerse para consolidar una historia retorcida. La construcción de un mundo delirante con elementos prestados de las fantasías y de los traumas infantiles… que podría decantar en una fórmula catártica. Quién sabe…
Sería injusto no comentar la banda sonora. Un aspecto clave en las películas de Sion Soono ya que siempre se encarga en darle protagonismo. La locura y desenfreno van de la mano de música circense; y por otro lado, las melodías de piano van construyendo una atmósfera distinta… que en definitiva funciona como la llave para ir, venir y no perderse en la exploración de esta osada propuesta.