BATTLE ROYALE
(Kinji Fukasaku, Japón, 2000)

Battle Royale es sencillamente espectacular. Una película digna de destacarse dentro del nuevo cine japonés. Poseedora de una historia atractiva, que no cae en esa veta bizarra tan propia de las nuevas realizaciones del cine local.

Porque Battle Royale nos regala un poco más de 2 horas de acción, con escenas violentas y sanguíneas la mayoría de las veces. Estamos frente a una historia basada en una novela escrita por Koushun Takami. Se trata de un relato fresco, fácil de seguir y completamente al aire libre; cargada de una fuerte carga psicológica que hace que los personajes se vean enfrentados, primero, contra sí mismos; luego, contra el resto de sus compañeros.

Battle Royale es una suerte de experimento social disfrazado bajo el título de una «Ley marcial» para el bien de la sociedad del país. Respecto a ello, no hay mucho que decir. Tampoco importa demasiado. Queda explicado en los primeros minutos y con eso basta.

Lo brillante de Battle Royale es esta apuesta perturbadora. Niños que se creen adolescentes y que se tienen que matar entre sí. El fin es sobrevivir y los medios… lo que toque en el bolso que se les asigna: desde una tapa de hojalata, hasta una ametralladora. No hay derecho a reclamos.

Básicamente Battle Royale funciona así: los alumnos se encuentran en una isla dividida en zonas de peligro. Cada uno posee una arma u objeto dentro de su equipo de supervivencia, además de llevar un collar rastreador que los monitoriza e impide que abandonen el juego.

Al mando de esta operación se encuentra el profesor Kitano (sí, el mismo Takeshi Kitano), quien desde su centro de mandos es el cerebro de este descalabro, en donde junto al ejército va informado sobre las muertes y activando las zonas de peligro.

El desempeño de Takeshi Kitano en el elenco es brillante. Causa gracia, convence, y a la vez enternece. Es extraño, pero Kitano tras ese estado de templanza y sangre fría, esconde el verdadero mensaje de la película. Y que queda expuesto de manera tan espectacular con el acertadísimo final de los

Muy recomendada para los amantes de las historias de sociedades distópicas y claro… si te gustó Los juegos del hambre (la cual es sospechosamente parecida…)