UNA PESADILLA DE CULTO
Midori dio que hablar por su explicito contenido de pésimo gusto, de un retorcido argumento que se enriquece únicamente de la repugnancia, llena de temáticas de abuso, crueldad y sufrimiento.
Midori dio que hablar por su explicito contenido de pésimo gusto, de un retorcido argumento que se enriquece únicamente de la repugnancia, llena de temáticas de abuso, crueldad y sufrimiento.